Plagada de números musicales conocidos y tarareados por todos, Carmen es uno de los títulos más programados en los teatros de ópera, encabezando el primer puesto del repertorio francés.  Estrenada en París en 1875, su libreto, basado en los amoríos de una gitana cigarrera en la Sevilla de 1820, posiciona esta obra como precursora del verismo. 

Bizet no llegó a disfrutar del éxito alcanzado por Carmen, ya que murió por un ataque al corazón tres meses después de su estreno, desconociendo lo popular que sería su obra. Algunos años después de su muerte, su amigo y colaborador Ernest Guiraud hizo dos compilaciones de arias, preludios y entreactos de la ópera, conformando dos obras orquestales que llamó Suite N°1, publicada en 1882, y Suite N°2, de 1887. Así, esta música ha pasado a formar parte también del repertorio orquestal interpretado fuera de los entornos escenificados.