OVIEDO FILARMONIA
Directora: Lucía Marín
Programa;
Sinfonía nº 5 en Si bemol Mayor, D. 485 F. Schubert
pausa
Sinfonía nº 8 en Sol Mayor, op. 88 A. Dvorak
Duración aproximada del concierto: 1 hora y media (con pausa)
Acceso sólo para socios de la SOCIEDAD FILARMONICA DE OVIEDO
La directora Lucía Marín es reconocida por el diario El País como uno de los jóvenes valores de la dirección de orquesta en España. Su amplia formación académica incluye un Doctorado en dirección de orquesta por la Universidad de Kentucky, Master en dirección de Orquesta por la Universidad de Illinois, título superior de dirección de orquesta en Musikene de la mano de Enrique García Asensio finalizando con las más altas calificaciones y título superior de piano por el conservatorio de Sevilla.
Tiene un extenso repertorio sinfónico y lírico, y a lo largo de su carrera ha dirigido orquestas en España, Italia, Portugal, Austria, Rumania, China y Estados Unidos, entre las que destacan la Orquesta de Córdoba, la Orquesta Sinfónica de Galicia, Orquesta de Radiotelevisión Española, Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid y Joven Orquesta de Canarias, UKSO Symphony Orchestra e ISU Symphony Orchestra.
La Sinfonía nº 5 en si bemol mayor, D. 485, de Schubert, fue iniciada en el mes de septiembre de 1816 y terminada el 3 de octubre del mismo año. Es la última escrita durante el periodo en que trabajaba como maestro, viviendo con su padre. Esta sinfonía, una de las más populares de Schubert, permaneció inédita largo tiempo. Esto ocurrió con todas sus sinfonías, ninguna de las cuales se editó durante su vida. La primera audición pública tuvo lugar en el Palacio de Cristal de Londres en el mes de febrero de 1873, pero no se editó hasta 1885. En esta obra no utiliza ni trompetas ni timbales. Fue escrita para la orquesta familiar que dirigía Otto Hatwig, utilizando los instrumentos de que disponía. En este caso una flauta, dos oboes, dos fagots, dos trompas y cuerdas. Sus temas líricos se presentan como lieder y son fácilmente memorizables. El tratamiento de los temas es más sencillo que en su anterior sinfonía.
La Octava Sinfonía fue iniciada el 26 de agosto de 1889 y terminada el 8 de noviembre del mismo año. Dvorak dirigió el estreno en Praga, el 2 de febrero de 1890. La obra refleja no sólo el humor más feliz de Dvorak, sino también una continuación del compromiso con el nacionalismo checo de su música. Debido a que fue compuesta en su casa de verano en Vysoká, lejos de las presiones profesionales de la vida urbana y posiblemente porque el compositor se proponía invocar la música folclórica, la sinfonía fue compuesta sin esfuerzo.