Éxito de la reposición de Los diamantes de la corona, en la producción del celebrado José Carlos Plaza a cargo de la escena, y con nuevos logros en la calidad de la interpretación, a juzgar por la crítica, tras su vuelta al XXII Festival de Teatro Lírico Español. Un cuento teatralizado, siempre cómplice con el espectador, como explicaba Ramón Avello para El Comercio.
(Foto: aplausos finales para Los Diamantes de la corona)
Un cuento de ensueño que obtuvo "una versión muy compacta y muy cuidada en los aspectos tímbricos, especialmente con el juego de los instrumentos de viento", según Avello. Esta fue la tónica general de los artículos, que reconocieron la labor de Óliver Díaz al frente de la parte musical, buscando el contraste y el balance de elementos en todo momento. También lo vio así Aurelio M. Seco, artífice de Codalario, y ferviente defensor del director ovetense. Y equilibrio entre lo escénico y lo lírico con acierto, también para Joaquín Valdeón, en La Nueva España. Cualidades perfectas para admirar el arte lírico, sobre todo de la parte femenina del reparto, como expresaba Pablo Álvarez en su blog, y especialmente de la soprano María José Moreno.